Mauro Enrique Lopez Z.

El adorno que me faltaba

Pasaba y volvia a pasar una linda dama

frente de mi casa, todas las mañanas y en

el piropo le decía, esa es la rosa que me hace

falta que adorne mi linda casa, ella se hacia la que

no escuchaba que casualidad una tarde la encontré

donde siempre escribo mis notas, ella sonriente

me dijo donde quiera lo encuentro a usted, y le respondí

tal vez Dios hace eso para que seamos amigos entre usted y yo,

mi nombre es Mauro y el suyo cual es, para que si me lo dices

en cada amanecer, hoy como gozamos de esa buena amistad,

y que feliz estoy porque hay tardes que adorna donde vivo yo.