Mirando el horizonte, saludas la mañana
despiertas otro día, vestida con tu gloria,
asoman tus murallas con gritos de victoria
y viven con nostalgia tus días de romana.
Atardeceres rojos rellenos de pasión
se acercan cada día a dormirse en tu balcón.
Te arropas con herencias , de dones imperiales
mas quedaste marcada por todas las batallas,
mil veces poseída por manos de canallas
mil veces adorada por ojos pasionales.
Vestida de romana con nombre de mujer,
Tarragona esta viva, con ganas de crecer.