Tras el sucio vidrio
Del bar en tinieblas,
Sentado en la mesa
Y tomando un café,
Miraba la vida
Correr por la calle,
Sin saber siquiera
Que será…de él.
Tuvo hermosos sueños
Que no se cumplieron,
Y muchos ideales
Que no pudieron ser,
Vio como los justos
Peleaban en vano,
Con los jueces ausentes
No hay…a quién creer.
Buscó con ahínco
El mejor camino,
El que lo llevara
A un mundo real,
Vio solo a imberbes
Que digitaban todo,
Y a hombres ovejas
Dentro…de un corral.
Ideales que se fueron
Por la alcantarilla,
Lo que se ha perdido
Más nunca volverá,
Por nada él quiere
Ser una marioneta,
Que un loco cualquiera
Lo manejará.
Ya se ve inmerso
Como tantos otros,
En el torbellino
De lo por venir,
Donde el ser supremo
Será el vil dinero,
Si esto es lo que abunda
Hay mucho…por sufrir.
Pero en el fondo
Es un idealista,
No entregará nunca
Su honra ni su honor,
Dios creó al mundo
Para otras cosas,
Las viejas consignas
Serán…su motor.
Boris Gold (simplemente…un poeta)