No va a quererme jamás...
No quiero bulla...
Sólo quiero escuchar el silencio,
sentir como se retuerce mi estómago
cuando pienso
que ya no tengo nada más por hacer.
Puedo sentir cómo se rompe levemente en mi pecho
aquel corazón que tanto protegí.
Cómo se caen todas esas barreras que para no darle tanta importancia construí.
Puedo sentir cómo van muriendo en la boca de mi estómago
toda mariposa que encarcelé para mí,
para que no se emocionen al verte...
mientras a solas las dejaba salir.
No quiero ruido mas que esta pena.
Quiero morir para luego vivir,
Pero no quiero que nadie más escuche
cualquier llanto desesperado dentro de mí.
Puedo sentir cómo se ahoga el respiro,
cómo voy cayendo a lo que resistí.
Quererla fue sólo un veneno
que con cierto entusiasmo, esperanza
y sin razón alguna... me bebí.
(Eme Villalobos)