¿Qué importa la eternidad si hubiera nada cuando cierre mis ojos
Decir que habrá nada requiere toneladas de granos de mostaza
y no puedo tanto, la verdad nunca he tenido siquiera uno completo.
Esta certidumbre de que estás es un regalo que me diste.
Te vi caminar entre los árboles de mi paisaje campesino
vi la amplitud de tus mejillas en el cielo azul jugando con celajes
volabas en cientos de mariposas cruzando los cafetales floridos
en cantos innumerables de coloridos pajaritos llenando mis días.
Dondequiera que mirara me predicaban las flores, las ardillas
el viento cantaba en susurros las canciones que le escribiste
Me resultaste tan obvio entre tantas pistas y belleza
Y cuando vinieron las humanas decepciones, las tristezas
sólo en Ti pude hallar el sentido y medicina para el camino.
Nunca la nada ni el abismo le han dado salud al alma
no porque viva o guste habitar sus lúgubres residencias
es que cuando he perdido el rumbo, vi sus tinieblas y vacíos
y he conocido el pensamiento oficial y la prensa del abismo
Como esto que soy viene de Ti, no puedo escoger otro destino
que ser eternidad contigo, siendo en Ti un hijo querido
Amado, Perfecto, Todo-Bien para mi alma sin tiempo
Quien nos probará a todos un día que la eternidad importa.