Por cada parpadeo una mariposa, por cada florecer la primavera.
Y en fiel iris, saldremos amor al primer claro de Vida.
En cuanto amaine la lluvia del sentimiento desbordante.
Acaricia todo el arco de mis ojos.
Suma y persigue color de alegría, perfumaremos el milagro de no marchitarnos nunca.
Te doy mi Palabra perfumada en prenda de primavera
el tesoro más sagrado que posee un escritor.
Si no sinfonía..
¿De qué comería el ruiseñor?.