Enjaezado sale Juaniquí
el torero mas glorioso
como tremendo maniquí
tan pequeño y hermoso.
Va a la arena orgulloso
quiere que lo vea su pueblo
y se cree celoso
de la tarea en su suelo.
Grande es su arrojo
la galería cubierta,
de cueros overos y rojos
al entrar por la puerta.
En el centro de la arena
un sorpresivo grito
su sorpresa lo amilana
una sombra sale del garito.
Un toro parado camina
en sus dos cuartos traseros
lento avanza y conmina
al aturdido torero.
Entre sus cuernos llevaba
una tremenda montera
dos cachos por espadas
por capa su oreja era.
\"\"Eló\"\"fue el grito galero
defiéndete, te lo prometo
si eres hombre sincero
tu muerte será un secreto
Dos pequeños terneros
marcaron con rojo tampón
al aterido y compungido torero
que era manso y bravucón
El desmayo acudió
en tan triste situación
en un patín tendido salió
el torero por el portón.
El toro reía al grito de \"\"Eló\"\",
los cueros lo avivaban
El matador de susto murió
y los del pueblo rechinaban.
Levántate Juaniquí
es hora de acomodarse
la gente está en el redil
y el toro listo a sacrificarse.