Dime el pecado y te diré si peco.
Por amarte me declaro culpable
y el más pecador de todos.
Amarte puede ser inconcebible no lo dudo
pero es imposible no hacerlo.
De lejos y tan separado de ti
se me hace necesario abrazarme
a tus recuerdos y a tus definidas
formas naturales y expresivas.
A tu aire de asombrosa pureza
y a tu tarde mil veces nublada
con las nubes más negras y densas,
a veces clara como la mañana más limpia.
Mi soñadora latitud;
única por demás,
traficante de mis sueños
mi Barinitas, mi corazón.