Armando Solarte

PARA QUIEN SEPA QUERER

Ah, noche, noche mía,

Desdicha dolor y llanto,

Por la cruel lejanía…

Al quererte yo tanto.

 

Y caigo en el quebranto,

En la pena del recuerdo,

Simplemente me has dejado,

Y no tuve de ti un beso.

 

Y no sabes de este peso,

El cual me desgarra el alma,

Mi corazón está en deceso,

Se ha acabado la esperanza.

 

El bien ya no me alcanza,

Para olvidar tu ternura,

Mi corazón se despedaza,

Por amarte con premura.

 

Creí en tu cruel dulzura,

Me enamore de tus encomios,

Me has dejado a oscuras,

Atormentado por demonios.

 

Y así y entre sollozos,

Te recuerdo condena mía,

Cuando viví lo más hermoso,

Cuando viví en tu alegría.

 

Tu templo fue herejía,

Mi cuerpo fue un esclavo,

Mi alma era tu vida,

La cual has destrozado.

 

Y me dejaste atado,

Al marfil de tu perfume,

A las caricias de tus manos,

A tu montañas y cumbres.

 

Pero ya perdí costumbre,

Ya no te quiero mi amor,

A así yo me derrumbe,

Por fin te doy mi adiós.

 

El amor ya no es de dos,

Tú no sabes amar mujer,

Me llevo mi pobre corazón,

Para quien que sepa querer.