He tenido un sueño extraño, maravilloso pero extraño, soñé que el mundo estaba lleno de odio, temor, desconfianza, estaba envuelto en una terrible miseria.
Me sentía vacío, tristemente observaba como se mataban; unos cuerpos, a lo largo del horizonte, hinchados daban de comer a cientos de aves carroñeras.
Lleno de miedo corrí lo más que hasta quedar en una completa oscuridad. En ese instante....
Oí en el cielo una dulce voz y un coro de ángeles entonaban una hermosa canción. Y vi como iba descendiendo una mujer, que las palabras para describir su belleza simplemente no existen. Y cuando toco la tierra miles de preciosas flores salieron sonrientes, alegres.
Lentamente me acerque a ella, mi corazón latía mas rápido, estaba agitado sudaba a montón y pensaba ¿Será que he muerto y estoy en el cielo? ¡Qué bella es! ¿Será acaso un ángel?
Sus ojos reflejaban la cara hipnotizada por su belleza que tenia, ella me entendió, me sonrió y vi como el viento que soplaba en ese instante acariciaba todo su cuerpo ¡Como me hubiese gustado ser el viento en ese momento!
Estaba tan feliz, ella era todo lo que necesitaba, estábamos destinados a vivir juntos toda la vida; en ese instante desperté.
Estaba muy triste porque la mujer que amo era solo un sueño, un producto de mi imaginación. Y en el transcurso del día no dejaba de pensar en ella.
Sentado en un café, observando los rostros que pasaban cerca de mí, ¡la vi! Estaba igual que en mis sueños, hermosa, angelical, me quede paralizado y por mi mente cruzaban las palabras ella es una y otra vez.
Y desde ese día que te conocí sé que no volveré a amar a nadie más pues mi corazón tiene escrito tu nombre y nunca falta el día en que no piense en ti.