FUISTE MI TORMENTO
Por la musa de mis ojos
por haberla conocido,
aquel momento de luna,
aquel momento divino,
pues mira querida MUSA
después lo que yo he sufrido,
pasaste a ser mi tormento
cual tesoro más querido;
no cesaba de mirarte,
cuando pues nos reuníamos,
dentro del rincón de plumas
entre todos los amigos,
para declamar los versos
cada uno con su estilo,
mas dentro de mi silencio
te miraba a lo escondido
y en esto eras mi tormento,
tormento y gran martirio,
por sepultarme tus ojos
al más fondo del abismo.
Pues padecía yo tanto
locura de amor en vivo
y enjambres de enajenado,
tormentas que yo he vivido
por no tenerte a mi lado,
y fueses el amor mío
y la mujer más amada
y yo para ti lo mismo,
y darme tu dulce boca
para ese beso infinito,
con mis ojos en tus ojos
y tus labios y los míos,
gozando la plena gloria
sin importarnos morirnos,
pero el destino ha borrado
lo que tú y yo sentíamos,
sólo mirarte y mirarte
cuando pues nos reuníamos,
mas cuando ya te alejabas
tu sola por el camino,
perdiéndote en la distancia
mis ojos muy tristecillos,
y ya me sentía paria
y el más hambriento mendigo,
bajo un tormento amoroso
de trece años vividos,
llorando yo por mi sombra
en solitario y cautivo;
así viví mi tormento
así viví mi martirio,
y el temporal más cruento.
Que sólo yo he padecido.
por amarte tato y tanto
he llegado a estar sumido,
hasta llegue a delirar
por no tenerte conmigo.
Mas ahora te enojaste
desde tu débil juicio,
y humildemente te ruego
que vuelvas a nuestro idilio,
y volvamos a querernos
como lo escribió el destino,
y que vuelvas a decir:
“Para ti dulce amor mío”.
Volvamos a nuestros versos.
volvamos a ser los mismos,
queriéndonos como antes
como nos hemos querido,
y por este fiel tesoro
que los dos hemos tenido,
no quiero que lo abandones
por tanto que hemos sufrido,
vas a guardarlo en tu pecho
y en tu ego esculpirlo,
hasta el día de mi muerte,
y si quieres por los siglos…,
así volverá mi sombra
al altar de mi sacrificio
por un malhechor furibundo
el más feroz, cruel y maldito.