Este, el ya conocido y familiar,
donde me abraza el mismo abrazo
donde me humedece el mismo aliento.
Este en el que me ubico cansado esta vez
me oculta no queriendo mi conciencia
pero deseándolo mi corazón como mártir imperfecto.
Tu imagen primera, tu respiración en mi nuca
tu abrazo afortunado como lo creía, tu beso nervioso sentada
al lado del vidrio grande…
¡Oh, y… esa lluvia pungiendo aún mi corazón!
Todo se complementa en este sitio vivo y muerto con lágrimas de piedra.
El trago derramado me llora el alma salpicando mis recuerdos,
gemidos inexpresables salen de este inconsciente y estúpido corazón mío
donde no canto ni veo, donde solo me instalo,
aquí, sumiso, perdido .
Quiero llorar cada lágrima tu ausencia firmada y no lloro,
quiero pararme y caminar a través de esta dimensión
observando de cerca mi sitio para dejarlo esperar y no puedo.
Me instalo de nuevo pensándote y amándote
sin querer amarte ni pensarte abrazandome a tu desnudez imaginaria
como un imaginario triste en la calle que deambula.
No pierdo la calma, no debo, quisiera.
Tiemblo tu ausencia fría en mi piel abierta
y al pasar el dedo sobre ella
me agrieta y veo mi sangre,
mi dolor, tu distancia.
Deseo gritar mi mudo aliento y se atora en mi garganta
como tu nombre en mis venas.
Respiro profundo sin equivocación
sin excusa en este sitio otra vez.