Dulce ángel mío
ya llegó la señora noche
y con ella la quietud.
Dulce ángel mío
cierra tus ojitos
para que tu alma traviesa
valla a descansar
Dulce ángel mío
os juro que mañana
volverás a jugar.
Dulce ángel mío
ya cierra tus ojitos
para que puedas ir a soñar
con serafines y caballitos de mar.