Un reflejo, una palmada;
un chispazo en el mentón.
Cabeza gacha, dientes acribillados.
Regurjitas trozos de tu alma,
que te asquean la tráquea
Vienes y desciendes
Te caes y rejuveneces
Tus ojos se vuelven hacia mí
como si jamás nos hubiésemos conocido.