Se fue.
Corrí tras el globo de colores
que compramos en el parque
y no lo alcancé,
cuando regresé ya no estabas.
Te busque y no te encontré
estabas dentro del globo
despidiéndote con tu mano
alzada sonriendo tu adiós.
Me enoje,
pero al segundo inmediato
una brisa de olvido seco mi sudor en la frente
volvíendome con las manos en los bolsillos
caminando al ritmo acentuado de mi corazón.
Mire el cielo nuevamente
y me despedí del globo de colores.
Con besos al aire
seguí mi camino.