Todo pasa por el centro de una periferia
envuelta de falsas creencias,
dividiendo por radios
los pocos sentimientos que aún albergan piedad, y sin embargo,
se transforman en diámetros
que dividen las buenas opciones de las malas,
creando una indiferencia bastante obvia.
Si hubiera nacido para triángulo,
podría detenerse en sus puntas
y darse cuenta que con un simple empujón
puede herir más directo.
Más se trazó como un círculo
y ahora a todos les rueda por encima...
Después de todo,
ser figura geométrica
lo esta llevando para ser cuadrado...