Busco algún rincón de mi pasado,
soy su dueña, así me subo al recuerdo.
La voz que escucho me lee, tierna,
y cobija mis humores, los acuna,
los lleva por la corriente de los bares,
los distiende, los ve anclados
en el vaiven de tu ancla, embriagados,
durante la conjugación de la escucha.
Busco un motivo para verte crear.
Tus manos me tintinean el alma.
Me imagino que le das forma a la luna,
y que cuando me acerco es tu aura,
Entonces ya miro el rasgo, el rapto,
la sensación que lo cincela, la palma
y la yema de tus dedos con su empuñadura.
Acaso no es amor recuperado el imaginar?
Busco los sonidos que nos desencadenan,
las noches con sus resabios, los huecos
por donde se cuelan nuestras disparidades,
y dejo por el rincón más lejano la cotidianeidad,
el mate que se empieza y no se comparte,
el se te dice lleno de ira, la escucha desacertada,
Entonces me miro, y la que veo no se parece a mí
así que apago las estrellas en tu almohada.