Quiéreme
hasta aquel que sabe,
y sabe que sabe
hasta tocarme
y como un rayo
mi ser tiembla de amor
Quiéreme
y quédate
en mi corazón
en la blancura de la azucena,
y del capricho
de la exquisita pequeñez
del no me olvides
Quiéreme
hasta no morir
hasta revivir
hasta llevar a vivir
lo divino
en lo humano
hasta divinizarse
dando vida a la vida
Quiéreme
Elevándonos
Dignificando-nos
Quiéreme
en el fuego
de mi sangre gitana
Quiéreme
en la libertad,
sin pretextos
dando la libertad
de la gracia
sin volver
a ser esclavos
Mané Castro Videla