Él es un cuerpo que flota
en la superficie de las horas
entre fechas sin días
entre tiempos sin tiempo
y vaga entre calles sin nombre
ciego de todos sus sentidos
Él es un reducto de vacíos
acumulados,
de multitud de ausencias,
espejo de imágenes sin reflejo,
ave del mediodía sin ojos,
sin alas, sin boca
Y yo soy la palabra derramada
en el aire
que se hace y se deshace,
que se escribe y se borra
por si sola,
soy el verbo fugitivo
de mi cuerpo deshabitado.