Donaciano Bueno

Tiempos que fueron...

Tiempos que fueron, llantos y risas,

negros tormentos, dulces mentiras,

¡ay!, ¿en dónde sus rastros dejaron,

en dónde alma mía?

(Rosalía de Castro)

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Tiempos, que fueron de paz, cuando a la vida,

los dulces rayos de sol de la mañana

envían un soplo de emoción, ungida

de olores a salvia espliego y mejorana.

 

Aquellos que mitigaban las heridas,

tristes y cruentas, que aprisionaban mi alma

y que ahora ya en mi senectud venida

-reposo del guerrero- contemplo en calma.

 

Cicatrices, aunque inocuas que perduran

bajo estos arcos de mi descenso manso

que aunque yo intento ahuyentar duran y duran.

 

Los chopos que me acompañan en la orilla 

con precaución supervisan su remanso,

evitando convertirse en pesadilla.