Pena, de aviado y lúgrube la escancia,
triste gleba de negro mausoleo,
tétrico como parca en la distancia,
has de llorar tardía lo que veo.
Pena, que han de llorar en tus pesares,
como una procesión de muchos santos,
viernes doblados de muchos amares,
que de ayer olvidaron tus encantos.
Vuela un pájaro gris por tu costado,
fatua ave de los cielos y del valle
favila y, no cumplió los mandamientos;
lleva un amor, ¡amor pobre olvidado!,
sesga lutos rasgados y, quien lo halle,
se perderá en la selva de lamentos.
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John Morales Arriola.