Mientras más se busca la perfección menos se encuentra, es que la perfección no debe buscarse como agua en el desierto. La perfección más que un sustantivo que explique a hacía donde vamos y que queremos. Debe ser un espacio en el tiempo, en el que nos dediquemos a crear agua y no desierto. Es allí entonces cuando se deja de buscar la perfección.
Ninguna persona es perfecta por que todos tenemos un concepto diferente de perfección, mientras para algunos arrojar basura en las calles sea un acto común para otras personas como yo puede ser algo indignante y se puede llegar a ver este acto tan insignificante como una total falta de respeto y las persona “perfectas” “no son faltas de valores”; “Para mí un poeta es el chico ideal, pero para ti tal vez no” ¿Ven? ¿Cómo mi concepto de perfección es diferente al de ustedes?
Es allí cuando la perfección comienza a ser una paradoja, incluso ni los productos servicios en nuestra sociedad son una perfección, de ser así tendrían que ser obra divina. ¡Esperen un momento! ¿Ven como el cuerpo, la máquina humana si es una perfección? ¿Cuántos siglos ha llevado poder “entender” dicha perfección? ¡Pero, ojo! ¿Ven cómo hice referencia al cuerpo del hombre y no a sus actos o su inteligencia? El cosmos y todos sus infinitos secretos son una perfección, porque es justamente eso un secreto y de los mejores guardados.
Puedo llenar mis cuadernos de “versos perfectos” pero ¿Realmente lo son? Cuéntenme poetas ¿Para ustedes que es perfección?