Llueve, todo se humedece, mi corazòn se deshoja.
Busco encontrar un reparo para cobijar mi congoja.
Llora mi alma lágrimas de perlas con sabor salobre.
Lànguida llamada del viento para que no zozobre.
Yo suspiro tus latidos que deliran sin sentido,
en la noche enmudecida por un amor partido.
Quiero llorar y no puedo, porque desespero
tratando de sanar mi corarzòn con amor sincero.
Llueve en la noche de mi vida, que se quedò sin prisa.
Eres la canciòn sencilla de la esperanza en mi cornisa.
Prefiero sentir el calor de tu latido aunque se haya ido
antes que quedar solitaria, respirando viva, sin sentido.