Antes de tenerte,
Nunca sonreía.
Gobernaba en mí la tristeza,
Esperando tener una alegría.
Luz, ilusión y esperanza.
Jamás gobernaban mi día, entonces.
Apareciste tú, sonriente.
Asombrosamente, cálido.
Sorprendentemente pequeño.
Implacablemente tierno.
Entraste en mi vida, como un pequeño sol etéreo.
Levantaste el telón sombrío y solo dejaste tu resplandor, a lado mío.