Te propongo,
endulzarte tu dolores
y para tu oscuridad regalarte colores,
en tu pensamiento darte ilusiones
que te iluminaran más que los soles.
Te propongo,
ser un pensamiento revoloteador
que te hará feliz el corazón,
ese consuelo en los momentos de horror,
ese dulce abrigo
en lo momentos de frío.
Te propongo,
una nueva experiencia
que sobresaltara la duración de esta existencia,
sin mentir en la apariencia.
Te propongo,
el graznido del sentimiento por las mañanas,
el temblor de la sonrisa acogedora,
el pasatiempo de no dejarte sola
y la imaginación de la inspiración en horas.