Gracias otoño por ser tan complaciente.
Hoy he caminado por nuestros senderos
Y no me he conformado con verte;
Aun soplando un frio viento
Que azotaba mi cara, he notado
Como toda mi piel se alborotaba.
He respirado profundo
Alertando mis sentidos,
Devorando tus aromas;
Primero la salvia y el tomillo,
Luego la resina de los pinos
Y el romero florido.
He palpado las carrascas
Que lloraban
Lágrimas de rocío.
También la tierra húmeda
Con algunas setas
Que salpicaban el camino.
Y como guinda de la tarta
Llamaron la atención de mis ojos
Los sabrosos madroños rojos.
Bendito otoño
Que a estas tierras soleadas
Con tus lluvias y tus nieblas, regalas…
Ese agua tan necesaria.
Elda 7 de Noviembre de 2014
Jesús Gandía Núñez