Se escurre la ciudad
en los aleros
zapatea en la lluvia
se traga los suspiros
de las ramas
al viento
brinca en los cables
se resbala
y queda impresa en las pupilas.
Se reinventa
sola
al doblar en cada esquina
se hace bruma
y engulle
perfiles de gigantes tiesos
mira
cómo pasamos
en vilo
con el alma en los bolsillos
y sin parpadear
nos olvida.