Desde el Sur se ve mejor.
Los días de inexistencia,
Existen.
No suelen viajar solos,
Tampoco el viaje es corto.
Me encuentro,
Sediento de amapolas en invierno,
Como si fuera primavera, dentro de mi cuerpo.
Pero que esté dentro de mí,
No significa que esté de manera permanente.
Por eso, desde el Sur se ve mejor,
Quizás, porque tenga que levantar la cabeza
O tal vez, por la luz del Sol.
Ya te lo dije una vez, si no soy capaz de lograr mi felicidad
No puedo prometer la tuya,
Si somos dos náufragos,
Sin isla en la que descansar,
Si tengo de mi casa, las puertas abiertas
Y abiertas aún mis heridas
Y sin poder curar
Y si el viento me azota, el alma vacía,
Tendré que mirar al Sur.
En estos días de inexistencia,
Mirar, sólo mirar,
Como los barcos navegan, como las olas, mecen a la mar
Y sentado en la arena, recordar que mirando al Sur, encontré tu aroma.