Quiero volver a mi primer amor,
Quiero volver a mis viejas raíces,
Cuando tú salvación y paz me diste,
Cuando tú de mi vida quitaste el temor.
Quiero confiar en ti, mas no en los hombres
que humillan y que matan sin mirar el dolor
que dejan tras su paso destrucción y rencores,
y no respetan la obra del eterno creador.
La orfandad se derrama como río en la mar,
la injusticia germina como espino o zarzal
y el Altísimo llora muy triste en su pesar,
pues su obra perfecta al mal se ha de entregar.
Creaste los luceros, la luna y hasta el sol,
formaste las galaxias, toda constelación,
y un planeta escogiste para entregar tu amor
luego viniste al mundo a darnos salvación.
Pues el hombre desvióse de tu senda y tu voz
de tus diez mandamientos, resumidos en dos,
amaos unos a otros cual el Padre nos amó.
pero te despreciaron, yendo a su perdición.
Entonces propusiste llevarle tu perdón
a los más pecadores para su redención
desde ahí en adelante los salvados son muchos
pues te aman en espíritu; también de corazón.
Sólo queda dar gracias por esta salvación
que nos has regalado con tu crucifixión
dejar que nos moldees desde nuestro interior
y vivir plenamente contigo en comunión.
No vivir de apariencias como lo hace un montón
ni juzgar condenando sin consideración
y hacer el bien a todos sin discriminación
pues quien juzga y condena eres tú, eterno Dios.