Volver a verte de nuevo
Figura espinas aladas
Traspasando la ensenada
De mi paisaje bermejo
Propón un lugar añejo
Que te recuerde los días
Cuando en mis brazos mecía
Tu mirada desvelada
Para yacer descansada
En mis rodillas vencida
En tus ojos me veía
Con tus pasos caminaba
En tu aroma me olfateaba
Con tus manos me sentía
Y cuando el sueño ceñía
Tu incansable verbigracia
al colmo de mis desgracias
Escuchaba en mí el acento
De tus lindos argumentos
Como tiernas alabanzas
La selva de tus pestañas
En tus ojos azulejos
iluminan el reflejo
de mi ribera aledaña
Al pie de tu dos montañas
Con la flora de tu pelo
La fauna en tu cuerpo bello
Destila naturaleza
Y amenaza la belleza
De la noche y sus destellos
En este alcázar prefiero
Besar hasta que desgaste
Tus labios dulces y aparte
Tentar a tu vientre espero
Pasear en tus dos luceros
Cabalgar en tu cintura
Nadar entre la espesura
De tus cabellos radiantes
Hacerte mía justo antes
De perderme en la locura
Duele en el fondo del alma
Despertarme ante la aurora
En esta maldita hora
De tanta quietud y calma
Cuando descubro en las palmas
De mis manos hoy vacías
De tu cuerpo y la utopía
En tu amor de mí naciendo
Pues solo estaba durmiendo
Soñando que me querías
Pero el viento está soplando
Lentamente a mi favor
Porque la luz de tu amor
En mi puerta está tocando
No lo creo estoy temblando
Tu silueta incomparable
Tu sonido inagotable
Me devuelve la esperanza
Con la divina semblanza
De tu boca indispensable
De pausadísimos besos
Conmovemos los instantes
Tal y como fueron antes
Porque deteniendo el tiempo
Un milagro soñoliento
Me sorprende esta mañana
Traspasando la ensenada
De mi paisaje en la cumbre.
Dispón de la servidumbre
De mi vida enamorada
Gerardo Villalobos