Eres la reverberación del aire
al lanzar una piedra a un estanque vacío,
las ondas que se forman en el agua de la superficie lunar.
Eres cráter en la epidermis del sueño,
quiste en el hemistiquio del verso,
ráfaga sinuosa que remeje el pensamiento,
verja herrumbrosa y estatua de mármol
en el jardín de una mansión decadente,
apetito concupiscible de placeres prohibidos,
goteo de liquen en gruta subterránea,
gramínea suspendida en el aire,
estornudo y alergia.
Eres tanto como te imagino,
y sin mi imaginación no eres nada.
Yo te doy la bienvenida y tú...
...tú me la quitas con tu insistencia de recuerdo.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.