mario mena mena

Poesías

Visten de música con colores, ataviadas de luz y mensajes

algunas son perfectas esculturas de palabras y pensamiento

las hay otras calculadas con exquisito rigor, medida y peso

estrictamente combinadas como aritmética de versos.

 

Unas son extensas historias que embelesan nuestra atención

no importa el tiempo que pase, mantienen nuestra alma en vilo

nos llevan paso a paso en verso suave, por su dulce camino.

Uno disfruta el trayecto esperando el desenlace de la historia

en que el poeta entrega su enseñanza, alimento para el alma.

 

Otras son breves, delgadas y puntuales, dicen lo suyo en un trazo

son de palabras escasas y de sílabas menudas, versos estilizados

pero aún en estos casos siempre luce la poesía su joya sabiduría

pues es común a escribir el tener que decir un mensaje pertinente.

 

Es condición imprescindible que cuando un tema llega al poeta

echando mano de sus mayores recursos le entregue su atención

y con profundo sentimiento aplicar todo su esfuerzo y pasión

muchas o pocas sus dotes, con su mente en la luz del tema

procurando que la inspiración quede palpitando en el texto.

 

Esencial es que el poeta detecte cuando su tema está gestado

e igual que un dibujante o pintor trace primero líneas y bocetos

de donde vaya surgiendo en relieve el ser de su inspiración.

El poema es como un ser vivo, requiere tiempo en formarse.

 

El tema inspirado es una luz al fondo que nos guía la escritura

alumbrando el alma que a tientas camina entre la penumbra

donde no pocas veces corre el riesgo de perderse de su esencia

o negarse el deber de orfebre que demanda pulir la joya

hasta que quede su imagen completa y diga exacto lo que piensa.

 

Labriego de la reflexión, el poeta puede extraviar su destino

andar su labor de pastor y profeta en sendas de ideologías

comprometer su libertad en nombre de partidos o sectas

o escribir por necesidad de aplauso o sentirse reconocido.

 

La poesía, igual que todo arte es para abrir nuevos caminos

luminosas esperanzas, de amor, paz, justicia y progreso

nunca llamar a la guerra, el odio, la tristeza o la muerte

La misión del poeta es alumbrar la oscuridad, predicar sabiduría

y cuando describa tinieblas y sangre es para convocar la vida.