Como si fuese
una gigantesca
pantalla cinematográfica,
acostado sobre mi cama,
contemplo el cielorraso.
Mis recuerdos
me llevan a ver,
sin estar, imágenes
de mi pasado…
que ya no ha de volver…
Un pasado, con tristezas
y también
con muchas alegrías.
Como si mis ojos
volviesen a revivir
ese pasado, que
solo eso es…
Y mi alma siente
una profunda pena,
y al mismo tiempo,
una indescriptible alegría…
que quisiera retener,
pero pasan rápidamente,
y no se reiteran
ante mis ojos.
Es el pasado,
que ya eso es,
y no se podrá repetir…
Aprieto mi almohada,
Y me pongo a llorar,
con nostalgias,
y con la alegría
de haber vivido
ese pasado,
con imágenes cinematográfica,
que se escapan,
para no volver…
Derechos reservados de autor ( Hugo Emilio Ocanto - 18/11/2014)