Me gusta lanzarme al río
para disfrutar sus aguas,
me gusta reírme a carcajadas,
cuando el agua está helada.
Me gusta el vino tanto
sea de color variado
un plato de pescado
con un te verde preparado.
Me gusta correr detrás
de una moza recatada
y en una feliz jornada
cansarme como bestia hostigada
Me gusta la mujer
de rubios cabellos
no importándole que
los enrede en mis dedos.
Me gusta ver la noche estrellada
solitario en el cerro
con recuerdos clarisímos de ella
de mi amor volando a su encuentro.
Me gusta verla agotada
darse entera al amor
ese con tanto calor
nos brindará sabor.
Me gusta ver la muerte cara a cara
para reconocer su estampa
de la que se huye tanto,
para poder cantarle un canto.