De tu lujuria la intimidad,
demencial la mente vuelve.
la sangre tibia de mis venas de pasión arde.
Las yemas de los dedos,
las veredas de tu cuerpo recorren,
como pájaros buscando de tu esencia el nido,
guareciéndose en él.
Así ansío
perder mi insensatez en ese abismo
burbujeante de ansiedad.
Avivemos los voluptuosos incendios,
nacidos en nuestros cuerpos,
encendamos la llama del venero perverso,
de tu fuente termal,
hasta embriagar mis celos con su fluido destilado.
Amor de las entrañas
aprisiona la carne mía,
con tu locura de desvaríos.
Apaga mis febriles pensamientos
nacidos de tus fogosidades.
Al final,
démosle esplendidez
a nuestros instantes de euforia.
Llevándolos hasta el más allá del placer.
bambam