Una sonrisa en medio del mundo,
un abrazo de esos profundos,
una caricia salida del alma,
un beso a cambio de nada.
Un sueño ya cumplido,
la pasión desenfrenada,
la entrada al paraiso,
la salida de la nada.
La suerte que no había buscado,
el camino que hallaba lejano,
el cielo que ya no es nublado,
el sol tras mi ventana.
Los ojos de la luna,
reina del cielo,
que miran a veces con celo
y a veces con dulzura.
Las luces de un puerto
que vi andando vagando
por mares inciertos
en mi pequeño barco vigía.
Una plática sin palabras,
un viaje sin salir de casa,
una mirada hacia el delirio,
un masaje en la esapalda.
El velo de una noche estrellada,
el reflejo del amor en el espejo,
el sereno de la noche entrada,
el cobijo de cada mañana.
Los suspiros de mi alma,
el aliento de esta vida mundana,
eso y más eres,
amiga, compañera, mi mujer amada...
JCEM