Espérame desnuda en tu silencio,
en el sosiego nocturno de Septiembre,
Yo iré bajo la luz de alguna estrella,
a visitar las quimeras de tu vientre.
Que no apague, la distancia, el fuego ardiente,
que surge de tus senos nacarados,
permíteme soñarte a mi costado,
mientras Septiembre corre tras el viento.
En el éxtasis furtivo del momento,
sumerjamos nuestros cuerpos en recuerdos,
y olvidemos que la vida es pasajera.
En el afán de esta noche fría y ligera
cobijemos este amor con esperanzas,
y olvidemos este mundo y sus lamentos.