Jose Maria Gentile

Anoche te soñe

Como suave brisa que sobrevoló mi cuarto,

tu presencia presentí a mi lado.

Inconsciente, somñoliento,

al abrir los ojos allí estabas, mirándome:

No pude moverme,

ni pude hablarte, no alcancé a sorprenderme;

aunque quise no pude abrazarte,

ni pude siquiera rozarte,

apenas pude imaginarme :

si eras un mago o un duende delincuente,

si querías transportarme o robarme,

o tal vez solo una traición de mi subconsciente.

 

Fuiste una visión pequeñita,

sentí tan cerca tu presencia sutil,

y al abrir los ojos ahora suspendido en el aire,

allí estabas, mirándome...

 

¿Qué te trajo después de tantos años?

¿Quién inventó el tiempo para que volvieras

en este minúsculo encuentro, soñando,

o soñado?

 

No pude decirte,

ni pude investigarte, menos preguntarte,

tampoco pude acariciarte;

aunque me esforcé no pude escucharte,

y cuando me pareció que tus labios algo decían,

mis ojos parpadearon

y en ese ínfimo segundo que creí atraparte;

una suave brisa recorrió todo mi cuerpo,

se llevó mi deseo,

y te esfumaste.