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El hizo temblar mi cuerpo
y con mucho talento,
hizo renacer en mí la virtud,
como volver a amar con exactitud,
si el se llevo de mi la naturalidad,
la hermosura y la candidez,
por mas que quise respetar mi cuerpo,
pero el pudor se hizo nada,
y no pude contener su mirada tierna,
y sus deseos más puros y más condescendientes,
y sus manos frescas llenas de tanto amor,
pero al fin y al cabo, todo terminó para bien o mal,
el se fue, pero me dejo un abrigo eterno,
y fueron sus besos que aun los siento palpar mi piel,
y que yo aun, pienso en ellos,
como si fueran lánguido y veloz,
porque fue asi lento y rápido su amor,
como un ave que hace su nido,
lento, con precisión y con gran astucia,
con pajas secas de un árbol que fue verde,
y así, fue nuestro amor,
y asi quede despues de amarlo como una rama seca,
destruida y sin feracidad,
y como volver a amar,
si el se llevo de mi toda mi voluntad,
mis caprichos y mi regalo de vida,
y dejo en mi la saliva dentro de mi ser,
y en mi boca que no deja de jadear,
por la atracción tan vil de su besar.
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