Querida.
Por medio de estas letras quiero decirte lo que no he podido de frente.
Tú sabes como es esto del amor.
Actos incalcúlables que nos llevan a hacer todo tipo de cumplidos.
Reconozco que me he excedido con el afán de hacer claro lo que por ti vivo, siento y sé que no ha sido la mejor forma.
He tratado de sobréponerme para entender tus circunstancias y ser muy cuidadoso en todo sentido de lo que tú piensas, para cuidar mucho tus sentimientos de los cuales no quiero confundirlos.
Y lo único que puedo pensar es que tu corazón esta en un lugar, que para ti es muy especial y por el momento no esta conmigo.
Con estas palabras quiero ser claro como el agua, decirte que mi intención es muy sencilla porque quiero ganar un pedacíto de tu corazón, y sé que no es tarea fácil por tu fascinante grandeza de mujer.
En el contexto de amar conlleva dos, y no sólo uno.
Así es el amor en toda su libertad, porque somos libres desde el momento en que nacemos. Y sé que el amor se gana y no sólo con presentes o instantes vacíos.
Quiero darte la libertad de amar porque el amor no es una atadura que arrastré cadenas, es más allá de tener un cielo donde ambos volemos en la dirección que nos plazca.
Quiero llenarte de todas esas cosas que jamás has sentido. Quiero dedicar mi tiempo con mis horas, minutos y segundos para enseñarte que la vida es bella cuando se ama a la persona indicada.
Quiero darte la devoción de mis palabras y pensamientos y que en ellos encuentres la sabiduría de la vida, la sabiduría de saber cuando alguien te ama.
Porque el amor es lo más valioso que puede tener un hombre y aún más valioso a quien se lo da.
Quiero amarte por lo que llevas dentro, porque sé sin dudar que eres puro corazón y si me equivoco sólo dame la paz y tranquilidad que necesito, de saber que la felicidad no esta en mi sitio.
Y que ser feliz a tu manera será tú más grande meta.
Se despide de ti, quien en este momento te ama.
Marc Téllez González