Hoy te ví deshojando al tiempo.
Alzabas miradas que se perdían en el viento
y pensé que guardabas angustias.
Parecías un capullo vibrando,
un cristal a punto de romperse
y por alguna razón no me conmovías.
Ciertamente te mirabas hermosa
adornando con plenitud el paisaje.
Y yo, sin querer, sentí que te quería.
Digo: \"sin querer\", porque no tenia intenciones,
no porque me haya resistido.
Pero aun si lo hubiera hecho,
¿de que manera podría no quererte?.
Eres como el aroma de las rosas,
pero tu no perfumas mis jardines.
¿Qué mano te arranca de mis rosales?
¿Con qué viento se escapa tu perfume?
Estás en el naufrágio en tu navío.
Aquí están mis brazos como remos.
Que bonita es la vida cuando te encuentro.
Que bonita es la vida sin los monstruos de la soledad.