Hazme un bien
y hazte un mal
ensordece mi mirada,
nubla mi mente,
para distinguir
de lo imaginario
lo real
Arrójate a mi interior
y calma con tus ansias
de paloma
las mías de herido
gorrión;
impregna tus alas de árbol
de la sombría maraña
de mis pensamientos,
llévalos a beber agua
en el río de los lamentos
y que besen la roca,
y que abracen al sol,
y que se fundan
con los vestigios
del tiempo
Después, exprime el hueso,
la glándula, la arteria
hasta que me broten los matices
de azúcar y sal
Luego, oscurécete de mí
aunque se desborden tus orillas,
tus aristas
y vacía mis vacíos
Y al final
haz que me trague
mis propias palabras…