Una mirada triste.
una gota de agua,
reflejada en el mar.
Un cerezo envejecido,
con la esencia de un buen porro,
algo más de tranquilidad,
Y pasa el tiempo,
mágico e imponente.
Arrastra recuerdos
de lo que fuimos
antes de ser lo que somos.
Después, desaparece la angustia
y aparece un saludo.
Es todo como diferente.