Buscando paz recosté mi cabeza en la almohada
Esperando despertar con el alma serenada;
Perdida me encontré en la quietud de mis sueños,
Desnudando mi alma a lo inconsciente que es dueño.
Y así como el viento sacude los árboles
Descubriste mi alma desechando antifaces;
Me encontraste en más profundo latido,
Dejando a la deriva mis miedos escondidos.
Sin buscarte te encontré en la tumba de mis recuerdos,
Lugar donde quise enterrarte aún estando vivo,
Vivo en mi alma y en cada uno de mis sueños,
En todo aquello de lo que te volviste dueño.
Te vi como sombra en la oscuridad,
Tan invisible y a la vez tan real
Te vi en un sueño que se robó mi aliento
Como margarita que se la lleva el viento.