Ella es la peregrina de tanto sufrimiento,
y la que mora en mi amargura sin embargo.
La que rechaza cualquier otro sentimiento.
Pero el amor no es franqueable por encargo.
Ella venera en su oración esa cruz en su mesilla,
encogida en su pesar junto al borde de su cama.
Persiste hasta perder el sentir en su rodilla,
de tanto suplicar por el hombre al que mas ama.
Le gusta el olor a mar y percibir la madrugada
y pensar en el amor que hace tiempo no le alcanza.
También le gusta andar en la luz de la alborada
y sentir la gota fresca que al llover moja su cara.
Ella es así... mujer sencilla y complicada,
edulcorada realidad que ella misma se contagia.
Pero a mi me gusta así... moderna y trasnochada
aunque no me ame a mi y se vista de nostalgia.
A pesar de los años que ya no desea cumplir
y de las promesas que naufragaron en el mar,
sus ajados dedos jamás dejaron de escribir,
en las teclas ya usadas de un teclado vulgar.
Le escribe poemas de amor a una fotografía,
sin hoguera ni fuego que arda ya en su vida.
No se da ni cuenta que hay miradas escondidas,
y amores que navegan en el mar de sus pupilas.
Ella es ese punto de luz donde el amor navega.
Ella es entre todas las mujeres la mas bella.
La mujer que yo amo, por tener la fe mas ciega.
La mujer que yo amo... aunque ella no lo sepa.
Ocsirnaf 06/11/2014
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