Árbol rustico y campesino
que serviste como alimento
de tantas generaciones
nacidas con el hambre puesto,
a lo largo de una historia de
heroísmos y de cuentos;
donde el pobre labrador con
tus frutos complementaba
sus escasos alimentos.
No has sido por tu esbeltez
esos pinos de los bosques
y que orgullosos se levantan
como la luna en las noches,
ni tampoco en la ribera
el olmo que baña el rio
meciéndose al son del viento
en los Otoños sombríos;
tu eres solo ese maná que
en el estío da esperanza
al peregrino, también el
alma gemela del humilde labrador,
y ese fruto un beneficio para
el que a tu lado paso.
No conoces del cuidado de
los que sin mimo te plantaron,
el abandono es lo que vemos
al pasar junto a tu lado
escondido tras las ruinas y
despojos legados por el pasado,
donde asoman tus ramajes
junto a ese verde plumaje, con
tus hojas tan hermosas como
florecillas de los prados,
y esas frutas deliciosas que
al llegar el estío sofocante
se presentan como dulces higos
al sufrido caminante.
Esta nuestra sociedad caduca
sin principios ni valores que
solo conoce la prisa y
alardeando esta de sus errores,
donde su aburrimiento es total
sin un celular es las manos o
jugando en el PC una partida
interminable junto al aburrido
de su hermano; este es el reflejo fiel
del monstruo que hemos creado
y que nos devorara como hizo otro
similar, en el pasado olvidado.
Por eso querida higuera
no debes ponerte triste
estas cumpliendo una misión
que es para lo que viniste,
y aunque quedes relegada a la desidia,
abandono y olvido por los que
del despilfarro han hecho su divino paraíso,
al final igual que tu verán desmoronarse
sobre la tierra, su viejo y destartalado edificio.
¡A los higos de las higueras de
los campos de mi adorada Castilla,
fiel reflejo de esta tierra tan austera
y tan sencilla!
joanmoypra