Toda la vida
deseó un beso suyo.
Y aún sin saberlo,
le regaló sus sueños,
rompiendo la soledad
con los ojos puestos en él.
Así dejó que sus labios viajaran
Buscándolo a él,
Aunque en la contramano.
Boca a boca fue tejiendo los deseos
de un ejército invadiendo su país.
¿Hasta cuándo su cuerpo viviría de nostalgias?
¿Cuándo se terminaría la ilusión por ese beso,
que la hacía tan feliz?
Todo lo que ella sabía
Era que lo quería.
Y conseguía imaginarlo
Sin resistirse… sin preguntarse.
Pero al fin, sin conquistarlo.
Entonces castigada
Atrás se fue quedando.
Pero bueno, así es que se dio vida
En todos esos años…
Y si no pudo besarlo,
besa entonces a su imagen
de poesía inacabada;
y si no pudo tocarlo,
se conforma con tocar
una guitarra embriagada.
Y canta por las tardes
Con fulgor y agonía:
¿Qué sabor tendría?
¿De rocío en el aire?
¿De tabaco, o de saliva?
-Tan sólo el beso le importaría,
Aunque le quedara sabor de mar,
de Amor, o despedida.
(Socorro Maria Lopes)