Ojos de Cascabel
La suerte supo decirme
escapa mudo ante la realidad
a esta vida de bandidos.
Signos de reyes, ciudades de arena.
Libros de todo eso hemos tenido.
Al destino, a la suerte, ojos de cascabel.
Mañoso día
En el antes, solo estuvo vigente el presente.
El señuelo retiene la belleza.
Mañoso día para encriptarlo todo al correr
errante esclavo del asfalto.
Infierno inquirido, el sueño quema a hora de la siesta.
Delineando la ruta; subtitulando las emulaciones de los testigos.
Feroz, siguiendo furiosos vencidos.
¿Cómo se hará para alcanzarlos a ellos
que están licuados en la humedad de la ruta?
Sublime es el sacrificio en un ausente
increpando las especies sostenidas de valor persecutoria.
Antes de volver diré que esto también fue poesía.
Y cerrare los ojos.