Cuando pienso que siempre has existido, me maravillo.
El camino hacia tu morada, tiene muchas encrucijadas.
Tu poder me hace reconocer, la grandeza de tu ser.
Es la magnificencia de tu presencia, tu gloriosa esencia.
Soy nada ante ti, aún así quiero estar allí.
Tu infinitud es igual que en otrora, nunca pasa de moda.
----------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela