VERGEL AMADO
Las lentas y tibias brisas van con el alma del río
y los pies en el agua y la lisa pantorrilla,
y se ve un espejo y la ancha superficie
que invade todo el vergel mas todo en calma chicha.
Baja hasta el fondo la nutria más bella y divina,
y en las lejanas peñas se ven las algas y maravillas
y la muñeca vestida de Eva, se sumerge para subirla,
hacia la barca de mi alma y en la peña se acuesta
y el aire masculino y caprichoso la besa y la mima.
Y el viento se calla y el silencio mudo a paso lento vigila,
mira, observa a la doncella en sus remolinos del agua limpia,
y sale de su escondrijo y huye por las sombras frías,
y el susurro del bosque me sostiene el alma pura y serena
mientras las gotas de la dulce lluvia me miran y me besan,
marcaran mi destino arrastrando yo a mi pecho,
y en mi soledad cautiva tengo yo sangrientas tinieblas.
La tierra tiembla mas no tiene ojos para alcanzar
el el misterio de la idea donde el jardín se duerma,
pero de pronto me llega ella de la aguas del río
se abraza a mi pecho y llora la peña y ella muriendo,
me besa y me dice: bésame antes de morir,
bèsame amor, bésame dulce amor mío.